La planificación tiene un
amplio campo de aplicación y ha adquirido una gran importancia para dirigir
procesos sociales e institucionales.
La misma tiene un ámbito
de aplicación muy extenso; además la planificación nacional o global, se ha
desarrollado en sectores bastantes precisos, ligados a una ciencia social o a
algún proceso en particular; a este respecto, se habla de planificación
financiera, económico, administrativa, educacional, social, urbana, agrícola,
ecológica, cultural, regional, entre otras; es decir, la planificación pude
aplicarse, en caso necesario, en numerosas actividades humanas. A pesar de que
cada clase de planificación, tiene sus propias características, de acuerdo con
el objeto a planificar, a pesar de la diversidad de formas, contenidos y
métodos de cada especialidad de planificación, podemos encontrar en el hacer,
rasgos comunes q nos permiten establecer
una materia propia u objeto propio, unas categorías, principios, estructura,
normas y metodologías, validos para las distintas aplicación de la planificación,
dándoles sus carácter de ciencia.
La planificación, como
proceso tendente a lograr objetivos, mediante la puesta en prácticas, de una política,
se ha generalizado. Sectores
empresariales, antes opuesto a esa, la secta y la utilizan; por otra
parte, la planificación es inseparable de la gestión socialista y se ha convertido
en una necesidad para los países capitalistas, desarrollados y subdesarrollados,
tomando en cada situación concreta su propias características.
La aplicación de la planificación
a cada caso especifico, aunado al criterio e ideología de cada autor, han
contribuido a que existan numerosos conceptos y definiciones de planificación,
que van desde su calificación como proceso social, político e ideológico, hasta
su limitación como mera metodología.
La planificación o
programación es una metodología para la toma de decisiones. Toda decisión
envuelve una elección de alternativas, por tanto podemos decir que se trata de
una metodología para escoger entre alternativas que se caracteriza porque
permite verificar la propiedad, factibilidad y compatibilidad de objetivos y
permite seleccionar los instrumentos más eficientes.
Planificar es, en
consecuencia, un proceso en virtud del cual la “actividad racional” que ya se
han adoptado, se transforma en actividad; se coordinan objetivos, se proveen
hechos, se proyectan tendencias. Desde el punto de vista del trabajo a
realizar, programar es una disciplina intelectual de ordenamiento racional de recursos
tras objetivos precisos. Implica además del diagnóstico, la tarea de
pronosticar el futuro. Es un proceso de asimilación y sustracción de una enorme
caudal de informaciones que permitan apreciar todos los causes posibles de
acción y el lento y enjundioso proceso de selección de alternativas, luego de
una evacuación científica de las ventajas e inconvenientes de cada una de
ellas.
Si se atiende el
resultado de la programación, planificar es la actividad de hacer planes de
acción para el futuro. Es la fijación concreta de metas a la conducta dentro de
un plazo determinado, y la asignación precisa de medios en función de aquellos objetivos.
Planificar aplica en consecuencia, dar forma orgánica a un conjunto de decisiones
integradas y compatibles entre sí, que
guiaran la actividad de una empresa,
gobierno o de una familia.
La planificación como
componente de la gestión facilita la dirección del funcionamiento y desarrollo
de los sistemas sociales. A pesar de ser una ciencia autónoma, está unida a
otras ciencias sociales. La práctica de la planificación evidencia que los
objetos que pueden ser planificados son muy diversos.
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